Ana Yabar pintando cristal

Yo siempre he tenido una vena artística.

Me recuerdo siempre dibujando y vibrando con cualquier imagen que, a mí, me parecía sugestiva. Sin embargo, estudié magisterio pero nunca he ejercido, solo me sirvió para dejar tranquilo a mi padre.

Una vez, conocí a un artista. Se llama Antonio Gómez y tenía un taller de talla de cristal en Santutxu. Fui a conocerle y flipe con aquellos tornos enormes, artesanales, con poleas de madera y correas de transmisión de cuero, con ruedas enormes o enanas sobre las que aquel señor movía las copas consiguiendo cortes que creaban diseños geométricos.

¡Cómo conseguía que todas las copas tuvieran el mismo diseño a la misma altura e idénticos como si una maquina los hubiera trazado!

Le pregunté si me enseñaría y me dijo que sí.

Fui aprendiz de Antonio Gómez, un artista

Yo trabajaba de camarera los fines de semana y los vasos que tenían alguna picadura me servían para aprender a tallar, tallé cantidades ingentes de vasos que repartía entre mis amistades cuando salía del taller.

Antonio me enseñó el oficio a la manera antigua: repetí hasta la saciedad los mismos motivos, dibujé a plumilla sobre el cristal infinidad de marcas para trazar dibujos geométricos, me aburría bastante. Yo quería dar rienda suelta a mi creatividad, pero no había manera, era inflexible: repetir, repetir, repetir. ¡No sabe cuánto se lo agradezco! Fue un maestro excepcional y me enseñó a amar el cristal y a entender su naturaleza.

Cuando Antonio se jubiló me cedió su maquinaria y monté mi propio taller mientras intentaba buscarme la vida por otros derroteros. Conseguí ganar algunos premios de artesanía, ya inmersa en mi propia creatividad. Conseguí becas para seguir mi formación. Aprendí a soplar con soplete, a trabajar con ácidos y a utilizar metales para colorear… ¡Y empecé a mezclarlo todo!

Taller Ana Yabar - Secado de cristal

Y llegado el momento, tomé la decisión, quizás fuera imposible, pero había que intentarlo: Abrí mi taller y convertí el trabajo sobre el cristal en mi forma de vida.

Taller Ana Yabar - Tallado de cristal

De eso hace una eternidad. He tenido a tres personas trabajando conmigo. He abierto una tienda además del taller. He expuesto en lugares diferentes. He vendido en comercios en Barcelona, Madrid, Italia, etc. He tenido momentos de abundancia y momentos de estrecheces, nunca ha sido fácil, pero ha sido entretenido.

Dirigir una empresa desde la figura del autónomo es un horror, todo el mundo lo sabe. Pero trabajar en lo que te gusta, es un placer.

En la actualidad dirijo un taller pequeño, donde todo el trabajo administrativo está reducido al mínimo. Mi objetivo es llegar a fin de mes y vivir con dignidad mientras sigo dándole vueltas al cristal, buscando su relación con la luz, con el color, con la utilidad, con la sostenibilidad. Juego con el cristal cada vez con más herramientas.

¿Dónde puedes encontrar mis piezas?

También hago mis pinitos en el mundo online. Tengo abierta una tienda en la plataforma Etsy y en Eup!, estoy en Instagram y ¡tengo esta web! Un catálogo online de algunas de mis piezas de cristal más importantes.

Veo mi trabajo reflejado en los ojos de los demás

Esto es un baño de realidad indispensable para mí. El contacto directo con mis clientes es un lujo y he aprendido a valorar ese mundo de vendedora ambulante, a pie de calle con mi espacio de exposición apañado de la mejor manera posible.

El oficio hace a la persona y yo soy lo que he ido forjando en mi taller, ¡Y me encanta!

¿Quién es Ana Yabar?

Artesana del cristal de profesión y artista por naturaleza sigue una trayectoria profesional ligada al vidrio y el cristal que le lleva a realizar todos sus encargos en su taller de Bilbao.

Un Taller de cristal en Bilbao 100% auténtico

El Taller de Cristal Ana Yabar Kristaldegia se ubica en un caserío en el barrio de Buia